jueves, 22 de mayo de 2014

Bodas de sangre

EL PODER Y LA VIOLENCIA EN BODAS DE SANGRE

La obra de García Lorca está dominada por el sistema social del matriarcado. Como podemos ver en muchas de sus obras, la protagonista es una mujer, como en el caso de Yerma; en otros casos una mujer viuda como sucede en La casa de Bernarda Alba o Bodas de sangre.

Centrándonos en esta última obra, vemos que la violencia abre y cierra toda la obra. La madre ejerce una violencia más bien de tipo verbal. Le han matado a su marido y a su hijo y todo apunta que el final también será trágico en este caso.


Su hijo está comprometido con la novia, una chica de una hacienda vecina de la que la madre tiene ciertas dudas. Cuando su hijo sale al campo no le gusta que lleve una navaja ya que sus familiares han muerto por culpa de ella. La novia parece más enamorada de Leonardo que de su prometido y no duda en huir con el joven. Ambos personajes masculinos morirán.


El poder en Bodas de Sangre lo vemos reflejado en la autoridad de la madre viuda en el caso de nuestro protagonista y también, como no podía ser menos, por la autoridad masculina, ya que este es el encargado de entregarle al novio la mano de su hija. Cuando una mujer queda viuda esta es la que ejerce el poder, como en el caso de la obra que estamos analizando o en la ya mencionada anteriormente La casa de Bernarda Alba.




En cuanto a la violencia debemos recordar los hechos históricos reales que condicionaron esta pieza teatral: los crímenes de Níjar. La violencia que tendrá lugar en la obra se nos muestra desde el principio por el sentimiento de venganza que tiene la madre por la muerte de su marido y su primogénito. Esta violencia será la desencadenante de más violencia y de nuevo otro hijo morirá junto con Leonardo. 

José Luis Braulio Benítez.

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