lunes, 19 de mayo de 2014

Salvajes

EL PODER Y LA VIOLENCIA EN SALVAJES DE JOSÉ LUIS ALONSO DE LOS SANTOS

Salvajes es un obra de José Luis Alonso de los Santos en la que el título resulta ya bastante agresivo y que anticipará lo que de lo que va a tratar la obra. Lo mismo que sucede con otras obras conocidas del autor como Bajarse al moro.

La obra cuenta la historia de tres adolescentes: Raúl, Mario y Bea que están bajo la responsabilidad de su tía Berta. Esta, al inicio de la obra, acaba de salir de la cárcel por un delito de tráfico de drogas. Este hecho se nos va contando a medida que avanza la obra. Estos tres jóvenes se encuentran inmersos en un mundo dominado por las drogas, la prostitución y la delincuencia. De hecho, su tía, Berta, cumple condena por un delito que no cometió, sino que asumió la responsabilidad ella misma para que no afectara así a sus sobrinos.


El medio social es clave para conocer este ambiente de miseria social en el que se mueven los personajes y que los va a condicionar durante toda la obra. Se trata de un círculo vicioso del que no pueden salir, en el que la reintegración no es posible, excepto en algunos casos.


Raúl, el más joven de los tres es el más violento y agresivo. Pertenece a los skin heads y es acusado de la muerte de un inmigrante nigeriano, al que él y sus amigos habían golpeado con un bater de beisbol. Su violencia no es solo verbal, sino física. No duda en hacerle frente a su tía, inlcuso la llega a increpar. En la escena en la que están todos comiendo espaguetis con tomate, Raúl se pone muy violento con su tía Berta y llega a tirar su plato. La joven Bea está sumergida en el mundo de la prostitución. A causa de esto, Roco y Raúl mantienen una acolorada disputa, ya que el hermano pequeño no quiere que Roco se acerque a su hermana Bea.



Otro momento donde se muestra la violencia física en la obra es cuando Charly y Nono, los dos camellos, increpan a Bea y Berta reclamando el dinero que le deben Mario y Raúl a consecuencia de la venta de drogas.  Raúl, en cuanto ve a estos dos en su casa, no duda en echarles la mano al cuello, pero su hermano Mario, que es bastante más prudente, logra pararlo sin que llegue la sangre al río.

Finalmente, la vida no pinta bien para estos chicos. Raúl muere a consecuencia de las drogas, Bea sigue sumergida en el mundo de la prostitución y Mario es el único que logra rehacer y encaminar un poco mejor su vida gracias a una novia que tiene con la que se va a vivir. Para Berta, la cosa pinta mejor, se va con el comisario, que siempre había deseado conocerla más de cerca, al Cabo de Buena Esperanza.




José Luis Braulio Benítez.


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